La Feria de Desembalaje de Antigüedades, que tuvo lugar el pasado fin de semana en Ifepa concluyo ayer. Según fuentes de la organización el evento conto con entre 12.000 y 13.000 asistentes superando así las cifras registradas en la última edición. El desembalaje se caracteriza por ser una feria de venta directa y todas las piezas llevan un certificado de compra que garantiza su autenticidad; además si el cliente lo desea se puede solicitar el servicio de transporte. La cita tuvo la participación de un centenar de empresas, que ofrecieron a los asistentes miles de objetos como piezas antiguas, relojes, cajas registradoras, máquinas de escribir y de coser, cuadros, muñecas y vajillas…
La edición de este año contó con la participación de aproximadamente un centenar de empresas, en una superficie de 20.000 metros cuadrados, y que procedían de toda la geografía nacional, así como de Gran Bretaña y Francia. Además, todos los asistentes pudieron participar en el sorteo de un espejo de sol restaurado, que data de los años 60.
En paralelo a la muestra, los visitantes también tuvieron la opción de participar en varios talleres, para los que se requería inscripción. Se trataron de unos talleres organizados por la firma Lakeone, la cual muestra su amplia gama de productos en los distintos talleres gratuitos, que consisten en enseñar a mantener, restaurar y reconvertir los muebles de madera (antiguos y modernos), y también las piezas de metal, mármol y piel