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La ratio en la localidad costera alcanza los 30,35 delitos por cada mil habitantes, la más elevada de la Comunidad

La criminalidad vuelve a emprender una escalada creciente en la Región. La delincuencia -al menos la conocida- repuntó en el primer semestre del año en la Comunidad de la mano de los asaltos violentos, los hurtos y los delitos de lesiones. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado llegaron a registrar, entre enero y junio, hasta 32.813 infracciones penales -delitos y faltas- en la Región, una media de 182 diarias, conforme al balance facilitado recientemente por el Ministerio del Interior.

La cifra supone un incremento del 22,6% respecto al mismo periodo del año anterior, un repunte algo menor al registrado a nivel nacional, que alcanzó un 25,7%. Las restricciones que la pandemia trajo de la mano marcaron el año pasado las cifras de delincuencia más bajas de los últimos tiempos pero, con el regreso de la normalidad, también los delitos comenzaron a repuntar, sobrepasando incluso los datos que se manejaban antes del estallido de la Covid. En la Región, por ejemplo, en el primer semestre de este año se registraron 32.813 infracciones, 4.524 más que en los seis primeros meses del año 2019 -un 15,9% -.

El balance que Interior pone encima de la mesa -y que tiene en cuenta únicamente a los municipios de más de 20.000 habitantes- no solo permite atisbar las oscilaciones de la criminalidad por temporadas, sino también en qué zonas de la Comunidad golpea con más fuerza. San Javier, Murcia y Mazarrón son los municipios que soportan, a día de hoy, una mayor tasa de criminalidad.

En San Javier, concretamente, la ratio es de 30,35 delitos por cada mil habitantes, la más elevada de la Comunidad. En el primer semestre de este año, además, la delincuencia a la que se enfrenta esta localidad repuntó un 20,7%, principalmente por el incremento de los robos, los atracos a comercios y los hurtos. Interior contabilizó, en ese periodo, 95 robos con fuerza, de los que 68 fueron en domicilios. En otras tipologías delictivas, como lesiones, agresiones sexuales o tráfico de drogas, sin embargo, el municipio registra unos datos muy contenidos, conforme refleja el análisis del departamento de Grande-Marlaska.