Año horrible donde los haya, millones de enfermos, cientos de miles de fallecidos y no se cuantas personas confinadas en cuarentena. El argumento de cualquier película apocalíptica de los 80, si ademas le añadimos al argumento, un gobierno escondido, que improvisa mas que resuelve, desbordado y sin capacidad de gestión, tenemos el argumento de cualquier película que pronostique el final de la humanidad. Menos mal, que en toda película siempre están los héroes que nos salvan, que nos curan y que restablecen la calma mundial. Inventan una vacuna (Tenemos varias casi listas). Desarticulan a la organización que ha inventado el virus para nuestra aniquilación (Hay quienes lo piensan). Se juegan la vida salvando, curando y protegiéndonos ( De estos héroes, hay muchos, todos desconocidos y muchos maltratados). Y otros muchos también desconocidos, que también ponen en riesgo su salud y la de sus familias, que también han estado al pie del cañón, sin reconocimiento alguno y peleando porque se cumplieran las medidas de seguridad para evitar la suma de contagios, son todas aquellas personas que han mantenido el funcionamiento de nuestra sociedad, manteniendo los servicios esenciales, estando de ”De cara al público” y trabajando sin descanso para hacernos esta pesadilla más llevadera. Pero hoy, después de lo visto, después de lo sufrido y después de las irreparables pérdidas que muchas familias han sufrido, necesitamos muchos mas héroes, necesitamos que cada uno de nosotros se convierta en héroe, que cada uno de nosotros se conciencie en salvar vidas, la suya, la de su familia, la de sus vecinos…. todos nosotros lo tenemos en nuestras manos. Hay que cumplir las normas de seguridad:
Mantener la distancia
Usar la mascarilla
Lavarnos las manos todas las veces que sea necesario ( Aquí es preferible pecar por exceso que por defecto)
Avisar a las autoridades sanitarias, de cualquier síntoma que nos haga pensar que podamos haber contraído la enfermedad.
Cumplir con los períodos preventivos de cuarentena, hasta la obtención del resultado de la prueba.
Este maldito virus no entiende de razas, de posición social, de ideología, ni de fronteras, nos puede tocar a cualquiera, no es una vergüenza, no hay que esconderlo, solo hay que cumplir las normas y evitar nuevos contagios.
Nunca en nuestra historia fue tan fácil salvar vidas, nunca fue tan fácil ser un héroe, solo tenemos que cumplir las normas, pensar en nosotros y en los demás y derrotar entre todos a este maldito virus que tanto daño nos ha causado y nos está causando. Seamos todos un poco héroes. Nunca fue tan fácil.
Ramón Buitrago