La I edición del Festival ‘Sal de Música’ se queda lejos de cumplir con las expectativas planteadas por la organización
En un intento por asemejarse a otros municipios vecinos (San Javier, Cartagena o La Unión) la Concejalía de Festejos de San Pedro del Pinatar presentaba para este verano la creación de un nuevo festival, una iniciativa que trataba de situar al municipio costero entre la amplia oferta cultural que ofrece la Región durante la temporada estival. Sin embargo, lo que se presentaba como una gran iniciativa se ha convertido en un evento que ha pasado desapercibido para la inmensa mayoría de los murcianos.
‘Sin pena ni gloria’ porque la inversión realizada (pongámosle unos 180.000) no ha generado nuevos ingresos ni en la hostelería ni el comercio local. Ante tal afirmación se podrían aludir a los datos de la ocupación hostelera, una cifra que se han mantenido estable si observamos la serie histórica. Por tanto, el Festival no ha generado nuevas ocupaciones hosteleras. En definitiva, la realización del ‘Sal de Música’ no ha repercutido en beneficios para los vecinos de la localidad. Salvo para las cuatro empresas que trabajan para el consistorio.
‘Sin pena ni gloria’ porque ningún medio de comunicación se ha interesado por la celebración de este Festival. A pesar de los ingentes esfuerzos de la organización por publicitar su evento, ni la prensa ni la televisión que, con tanta frecuencia, se deja ver en la localidad en otras ocasiones se han interesado por el recién creado evento. Por no hablar de la gran cantidad de ingenio empleado en la marca ‘Sal de Música’. A la larga lista de ‘Sal de Calle’, ‘Sal de Música’… podría sumarse la siguiente ‘Sal del Pinatar si quieres ver algún evento cultural de calidad’.
Por tanto, si no se generan beneficios a la hostelería local ni hay repercusión mediática ¿Qué sentido tiene seguir realizando un evento que requiere una gran inversión económica? Ante esta pregunta, usted podría apuntar al gran número de personas asistentes al Festival. Es cierto, en ninguna ocasión se han visto más sillas vacías que asistentes, pero ¿Cuántas entradas se han regalado para que el Recinto Ferial presentará una entrada atractiva?
En definitiva, hablamos de un evento que no ha cumplido con las expectativas. Un festival que no ha conseguido presentarse como un certamen de la calidad mínima para integrarse en un futuro lejano en el selecto club de festivales regionales. Además, la realización de este nuevo evento cultural ha restado inversión a otros acontecimientos que tienen lugar en la localidad y que si podrían ser algo más que el recién creado festival.